Amalgama...
La propia imagen personal, las emociones, la raza, los sentimientos, las creencias, los bienes materiales, las raíces, los ideales….todo ello, forma parte del constructo de nuestra la propia identidad. Pero ésta, a su vez, se ve fragmentada o difusa por los problemas del escenario social al que nos enfrentamos, y ello no da como resultado una sociedad “perdida”, que siente una especie de vacío existencial.
Se han roto todos los esquemas conocidos y ello nos permite abrirnos a nuevos horizontes y poder optar a nuevas elecciones, para continuar conformándonos como individuos, con mayor capacidad permeable, para asumir una construcción de nosotros mismos mas compleja y rica.
No hemos perdido la identidad, simplemente se ha transformado, tenemos entre nuestras manos una identidad contingente con la capacidad de hacernos mas libres...